La presión de los neumáticos de un turismo deber ser la adecuada, puesto que una presión más elevada o, por el contrario, más baja repercute negativamente en el comportamiento del vehículo, además de reducir el nivel de seguridad al volante. Por ejemplo, si los neumáticos cuentan con más presión de lo normal, el coche pierde adherencia, las suspensiones se ven afectadas y, además, las gomas se desgastan más por el centro de la banda de rodadura. Si la presión es inferior a la recomendada, los neumáticos se desgastarán más rápido y de forma irregular, se corre mayor riesgo de "desllantar" y se incrementa el consumo de combustible, entre otros efectos negativos.
Consejos a la hora de comprobar la presión de los neumáticos de un turísmo
- Una regla básica es que la comprobación de la presión ha de hacerse en frío. En el caso de que no fuera posible, lo más recomendable es añadir 0.2 o 0.3 bares a la presión aconsejada por el fabricante.
- Es recomendable comprobar la presión cada cuatro semanas aproximadamente.
- Si planeas un viaje largo, también es fundamental comprobar la presión de las ruedas de tu coche.
- Es importante adaptar la presión de los neumáticos a la carga del vehículo, aumentando un poco la presión, si va más cargado de lo habitual.
- No debemos olvidarnos de comprobar también la presión de la rueda de repuesto, puesto que ante un pinchazo, lo ideal es disponer de un neumático con la presión adecuada para seguir circulando con total seguridad.
- Ante los cambios bruscos de temperatura, es importante revisar también la presión, puesto que las altas temperaturas aumentan la presión del aire, mientras que el frío la disminuye.
- Por último, evita siempre controlar a ojo la presión de los neumáticos. Asegúrate de que el manómetro funciona correctamente y básate en sus parámetros.