Mantener el coche limpio tiene más importancia de lo que pudiéramos pensar. El polvo y la suciedad que se acumula en las superficies del vehículo acelera el envejecimiento de muchos de los elementos del mismo. Principalmente en la ciudad, el exceso de contaminación, la lluvia ácida y algunos agentes naturales como el polen o los residuos de árboles y plantas van formando una capa que actúa negativamente sobre la pintura y los plásticos del vehículo. En este sentido, el autolavado a presión es un método de limpieza de vehículos inocuo y ofrece los mejores resultados.
Ventajas del autolavado
- Óptimo cuidado y mantenimiento del vehículo: al no haber contacto físico con la carrocería, evitamos que se dañe con los cepillos de los túneles de lavado, puesto que las cerdas de estos erosionan la pintura del coche.
- Menor consumo de agua: supone un gasto mucho menor de agua, consumiendo un tercio del agua que se usa generalmente en los túneles de lavado.
- Menor gasto de energía eléctrica frente a otros sistemas de lavado.
- Más económico para los usuarios: por su precisión, calidad, sencillez y control del consumo, el coste de un autolavado a alta presión es de los más competitivos del mercado.
- Limpieza más completa: nos permite limpiar adecuadamente los bajos y los pasos de rueda del vehículo, áreas "muertas" en los túneles de lavado. Además, es un sistema idóneo para dejar el camión o turismo limpio por completo.
Mantener el vehículo limpio solo supone unos minutos. Además, con el sistema de autolavado a presión se consigue un resultado impecable, sin dañar ni desgastar la pintura de la carrocería. El coche nos transmite una imagen personal determinada y revela parte de nuestra personalidad. Por tanto, mantenerlo en buenas condiciones de limpieza hará que causemos una grata impresión a los demás, transmitiendo una imagen de pulcritud y esmero.